Vivimos un día a día absolutamente frenético. El ritmo exigente de trabajo, la ajetreada rutina, las reuniones, las llamadas, las entrevistas, los viajes en metro o las horas ‘perdidas’ en interminables atascos nos sumergen en una vertiginosa burbuja que, en ocasiones, pone puede poner en jaque la confianza, el foco, la productividad e incluso la cohesión organizacional.
Por ello, resulta esencial encontrar momentos para conectar y reconectar a nivel individual y, sobre todo, colectivo, buscando ser plenamente conscientes de nuestros orígenes y teniendo claro cuál es nuestro propósito como compañía y equipo, así como nuestros objetivos y metas de presente y futuro.
Con este motivo, la semana pasada todo el equipo de Bros Group se reunió se reunió en Tarragona con motivo de la celebración de nuestro Midyear Meeting. Un encuentro pensado para hacer balance de la primera mitad del año y afrontar el futuro con mayor cohesión, enfoque y confianza. Y, cómo no, para (re)conectar como equipo y seguir ahondando en valores como la cooperación, la innovación, la transparencia, la diversión o el (auto)liderazgo... elementos que consideramos esenciales para alcanzar la excelencia en nuestro trabajo.
En esta ocasión, el lugar elegido fue el Delta del Ebro, donde todo el equipo disfrutó de dos días de trabajo en un entorno más relajado, combinando la vertiente profesional con momentos de ocio y desconexión, y fomentando un clima de crecimiento, bienestar y felicidad. Porque, como siempre decimos, profesional no tiene por qué ser sinónimo de aburrido.
El encuentro arrancó con el Bros Group Midyear Summit, la primera edición de un evento creado para poner en común sensaciones, resultados, desafíos y objetivos, y compartir diferentes puntos de vista sobre las distintas áreas que componen nuestra organización. Todo ello en un formato distendido, con mesas redondas, diálogos y entrevistas, aderezado con más de una risa y muchas carcajadas.
Tras la celebración del evento, llegó el momento de conectar aún más a través de dinámicas de grupo y actividades que nos permitieron descubrir el Delta del Ebro y profundizar en las raíces de nuestra compañía, que nació en Tarragona hace 17 años. Juntos, paseamos en barco por el Delta, saboreamos la gastronomía local, pedaleamos en bicicar por los arrozales y disfrutamos de la Playa del Trabucador como broche final.
En definitiva, un encuentro que nos recordó que, cuando se combinan propósito, equipo y raíces, el resultado es algo más que un balance: es un gran impulso para todo lo que está por venir.